Reflexiones - ¿Se puede cambiar?

¿¿¿Se puede cambiar…???

Todo se puede cambiar y es más, se debe cambiar lo que no funciona. Piensenlo como el reemplazo de piezas de un motor que ya no funcionan. Si se puede se cambia la que no anda. Caso contrario se reemplaza todo. Se descarta lo inútil. Lo que no cumple con su cometido. Así debe hacerse con lo que no funciona en nosotros. Debemos encontrar la falla y luego para repararla hacer las correcciones y reemplazos que haga falta.

No confundir. Para que sirvan los cambios tienen que ser desde adentro. Se deben generar desde lo más profundo hacia el exterior. Para que esto suceda tiene que haber primero una toma de conciencia, un reconocimiento de lo que está mal, de lo que molesta, de lo que impide la evolución.

Somos seres espirituales haciendo un camino en la tierra, cumpliendo una experiencia terrenal y por lo tanto la maquinaria debe funcionar correctamente. Todos nuestros circuitos deben estar en condiciones de aprovechar el camino terrenal para crecer y evolucionar.

Nuestro ser más esencial, nuestro yo más íntimo requiere que la capa externa y superficial esté en las mejores condiciones y somo nosotros los encargados de cuidar ese aspecto. Y esto es lo más fácil ya que siguiendo una vida ordenada y sensata el cuerpo de adapta al trabajo interior que es más sensible..

Y siempre se habla de cambios, de cambiar, de evolucionar… ¿¿¿Y qué significa esto??? Piensenlo de ésta manera, todo cambio significa evolución. Y esto es un camino que puede tomar distintas direcciones. Y todas llevan a un lugar. La decisión es de cada uno. Si alguien quiere marchar lento y seguro está bien. Si otro quiere avanzar a la carrera y no por eso pierde el rumbo también está bien. Entendamos… todo está bien siempre que la voluntad y la actitud coincidan en un camino hacia el bien, en el bien, en el desapego y la solidaridad. En lo que me brinda satisfacciones de tipo espiritual.

¿Qué me falta…?? De eso tengo que dar. No hay más secretos. Lo que quiero es lo que pido, lo que me gustaría que me den es lo que debo dar. Primero dar sin esperar. El resto viene solo, aunque no lo espere. Y ese es el premio

Por eso cambiar es importante. Cuando el cambio es en serio, con convicción y seguridad me va a llevar a un sitio tal vez desconocido pero nunca hostil.

¿¿¿Temer…??? Nunca. Temer es detenerse, es paralizarse. Ante cualquier duda me pregunto… ¿Qué es lo peor que pueda pasarme…? Y avanzo. Empujo, respetuosamente dejo atrás lo que me hace daño. Lo despido con gratitud porque en algún momento me fue útil. Y si ya no lo es, si no funciona correctamente…fuera…