Hoy es un día cualquiera. Como tantos, como todos. Es igual a los demás y es distinto a todos. Hoy es un día diferente según cada uno lo viva, cada quien hace su experiencia como puede.
Habrá gente triste por diferentes razones y también quien festeje distintas cosas. Todos seremos individualmente seres que compartan el día con sus horas, minutos y segundos. Viviremos con más o menos intensidad lo que nos toque, lo que promovamos; lo haremos consciente o inconscientemente. Los sucesos del día serán para todos, la diferencia estará en nuestras reacciones frente a los mismos y los resultados de nuestras acciones se pondrán de manifiesto tarde o temprano.
Habrá cosas que elegiremos y otras que no, pero todo va a tener influencia sobre nuestro bienestar. Lo que podamos elegir y realizar…¡fantástico…! Lo que no, habremos de superarlo de un modo u otro, lo que no podemos es permitir que esos sucesos nos compliquen o nos amarguen la vida. Somos lo suficientemente capaces de tomar decisiones, gozamos de esa posibilidad…entonces dejemos de permitir que las circunstancias nos dobleguen.
Vamos por más. Por lo que deseemos o necesitemos, por lo que nos haga crecer y ser felices sin depender de nadie más. Agradezcamos lo recibido y pidamos lo que queramos a quien reconozcamos como nuestro Guía, Maestro o como nos guste llamarlo. Confiemos en Ese algo o alguien y seamos agradecidos por lo recibido que nunca es poco. Si nos tocan penas o dolores analicemos con prudencia y sabiduría que instancias tenemos que superar; vivamos así este día que es igual a otros y diferente a todos.
De cada uno depende lo que vaya a suceder, de la actitud con que tomemos las cosas de todos los días. Y preparémonos para mañana, que igual que hoy será un día que vamos a compartir con el resto de la Humanidad.
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