• Reflexiones acerca del Silencio

Reflexiones acerca del Silencio

REFLEXIONES ACERCA DEL SILENCIO

 

¿Qué se puede decir acerca del silencio…? Seguramente varios libros se llenarían y aún habría mucho para agregar. Ya sabemos que hay varias clases de silencio (administrativo, musical, descuidado, cortés, prudente y varios etc.) de los que podríamos discutir; hoy voy a referirme al silencio interior. Ese que está próximo a nosotros, del que nos podemos llenar y no nos cuesta nada, aún así, no lo utilizamos.

Está vastamente demostrado que mantenerse en silencio interior, aislarse del ruido ambiente y escucharnos activamente es de gran beneficio para ganar tranquilidad, mesura, claridad de pensamiento y permitir que nos lleguen esas ideas que dan vueltas y no captamos porque el bullicio – exterior o interior – nos apabulla.

Es muy sencillo de observar con sólo un poco de ejercicio de quietud y paciencia. Cuando nos acostumbramos resulta fácil y placentero. No necesitamos comprar nada, sólo hace falta un lugar donde permanecer sentados cómodos, con la espalda recta y los pies en el piso. La respiración nos acompaña, rítmicamente y sin esfuerzo hasta entrar en un estado de serenidad y sosiego. Si sabemos hacer “respiración consciente” mucho mejor.

Al entrecerrar los ojos experimentamos las sensaciones antedichas, cuanto más práctica, más rápidamente llegamos al estado buscado. De ahí en más todo nos lleva al silencio interior. Los pensamientos nos van a interrumpir queriendo meterse en el estado meditativo, no hay que hacer caso, simplemente dejarlos pasar.

Cuando logramos el silencio interior, comienza una hermosa aventura, un viaje indescriptible pero sumamente relajante y creativo. Volveremos con paz, serenidad y ganas de vivir y ver el cotidiano de otra manera. Más linda por cierto. Nuestros sentidos se agudizan, la percepción aumenta y descubrimos lo que siempre estuvo y no pudimos apreciar. Es cuestión de practicar esta forma o cualquiera de las muchas que existen para calmar la mente y el cuerpo y dejar que nos llene el silencio para poder escucharnos. Si lo hacemos asiduamente lograremos “sentirnos”, podemos escanearnos y darnos cuenta de cómo está cada parte de nuestro cuerpo y registrar las emociones por las que estamos pasando.

Al descubrir todo esto nos acercamos al autoconocimiento. Aprendemos todo de nosotros mismos y si queremos lo utilizamos para crecer y evolucionar. También ganamos en salud física, mental y emocional. Nuestro entorno va a ser diferente porque nosotros tendremos otra actitud hacia el medio y las personas con quienes convivimos todos los días; esto se debe a que el cambio que generamos transforma al resto. No es magia, es actitud.

Esta reflexión la podemos adaptar a lo que cada uno piense o sienta. Nada está bien o mal. Si es útil y no molesta a otros…adelante sin temor. Si aprendemos a lograr silencio interior podremos dar varios pasos en el encuentro con nosotros mismos y seguramente viviremos mejor.

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